Guillermina María Mercedes de Oliveira Cézar y Diana
[1715]
1870 - 1936
- BIRTH: 1870, Montevideo
- DEATH: 1936
Father: Ramón de Oliveira Cézar y Martínez
Mother: Juana Angela de la Concepción Diana y Goyechea
Family 1
: Eduardo Faustino Wilde García
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_Ramón de Oliveira Cézar y Martínez _____________|
| (1825 - 1901) |
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|--Guillermina María Mercedes de Oliveira Cézar y Diana
| (1870 - 1936)
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|_Juana Angela de la Concepción Diana y Goyechea _|
(1836 - ....) |
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[1715]
La familia de Oliveira Cézar, es de origen portugués. Su jefe fué ayudante de campo y amigo personal de don Juan VI. habiendo legado al Brasil en compañia de dicho monarca, cuando se fundó el Imperio.
Este militar era hijo de un diplomático portugués, casado morganáticamente con una princesa de sangre real de una de las familias reinantes de Europa, llamada Guillermina. Radicado en el Brasil este caballero, formó su familia allí, y el hijo mayor, Filiberto de Oliveira Cézar. fué el fundador de las ramas argentina y oriental de este apellido, habiendo sido el jefe de las tropas brasileras de San Pablo y Río Grande que llegaron, durante la guerra del Paraguay, a la Banda Oriental donde se radicó, dando asi origen a la familia argentina y oriental de Oliveira Cézar.
Por la parte materna, esta familia es guipuzcoana, y, por lo tanto, pertenece pura y genuinamente a la raza española. El abuelo de la seflora de Wilde, don Martín de Goyechea, era un patriota español y el más fuerte banquero de la época del virreinato. Fué expatriado en tiempo de Rosas, confiscándósele sus bienes, constando este hecho en los archivos nacionales. Esta familia, formada de soldados y sacerdotes, como casi todas las familias españolas de aquellos tiempos, dio al Uruguay dos obispos hermanos, los monseñores Inocencio y Rafael Yeregui, quedando aun hoy en la vecina república, un representante eclesiástico de la misma familia, monseñor Isassa.
La señora de Goyehea, se casó con el coronel Diana, guerrero de la Independencia y ayudante de Brandsen, y la hija mayor de aquel matrimonio es la señora Angela Diana de Oliveira Cézar, madre de la hoy señora Guillermina de Oliveira Cézar, viuda de Wilde.
Hechos estos ligeros apuntes como antecedentes de origen familiar, pasaremos a los personales, tanto más interesantes cuanto que muchos compatriotas de la viuda del eminente medico don Eduardo Wilde no conocen la verdadera actuación de su esposa.
La señora de Wilde fué educada en el colegio americano de miss Conway, una de las profesoras traídas por Sarmiento, espíritu renovador que inició una enseñanza más práctica y progresista, aunque conservando siempre la influencia católica, pero, sin embargo, bien distinta de la educación conventual española de aquellos tiempos. Miss Conway, trató de combatir la pasividad en la mujer, alentando y permitiendo a sus discpulas que desarrollaran su personalidad propia, haciéndoles comprender así que algún día serian las colaboradoras de sus compañeros de vida, preparándolas en esta forma, con una instrucción sólida y amplia para las luchas del porvenir.
En aquella misma época fueron alumnas de la distinguida educacionista las hoy señoras: Ana Elia de Ortiz Basualdo, Mercedes Zapiola de Ortiz Basualdo, Julia Helena Acevedo de Martínez de Hoz, Elisa Alvear de Bosch y muchas más que escapan a mi memoria de "historiador".
La señora de Wilde salió del colegio para contraer matrimonio a la edad de quince años, y casó con el doctor Eduardo Wilde, entonces ministro de Justicia, Culto e Instrucción Pública en la presidencia del general Roca, el cual fué padrino de la ceremonia, actuando como testigos los entonces compañeros de gabinete, doctores Bernardo de Irigoyen, Victorino de la Plaza, general Victorica y Carlos Pellegrini. Durante los años que ocupó el doctor Wilde este ministerio, y los años siguientes en que tuvo a su cargo la cartera del Interior, fué su casa el centro donde, a toda hora, y principalmente a la del almuerzo, se reunía cuanto hombre de importancia política, literaria y periodística tenía entonces nuestro país.
El doctor Wilde. inspiraba, en compañía del doctor Lucio López las caricaturas de "El Mosquito", y con el doctor Aristóbulo del Valle y Pedro Goyena discutían sobre las graves cuestiones de aquellos tiempos, abordando temas de libertad y de progreso. Aquella mesa de personajes cuyo talento y actuación figuran en las páginas de oro de nuestra historia contemporánea, estaba presidida por una señora de ¡15 años! que más bien parecía una figura de ensueño, oyendo con avidez las discusiones y los admirables párrafos de aquellos hombres de talento, recogiendo, en fin, la semilla del saber que a su debido tiempo había de dar su fruto.
Pasada la época militante de actuación política del doctor Wilde. este comenzó con su joven esposa los viajes alrededor del mundo que nos ha hecho conocer en sus admirables libros. Recorrieron juntos: Rusia, Turquía, Suecia, Noruega, Estados Unidos, China y Japón. ¡Cuánta observación, cuánta enseñanza, puede haber recogido la dama de que me ocupo al lado de un hombre del talento del doctor Wilde! Son cosas que todavía no hemos podido medir en su justo alcance. porque la señora de Wilde con una modestia poco general, habla rara vez de lo que sabe y ha visto, y solo se adivina todo ello en la ausencia total de "esnobismo' en una gran tolerancia y en una ilimitada bondad... Su patriotismo es marcadísimo, y sé que en cierta ocasión dijo que a fuerza de estar lejos, había aprendido a querer a su pais, y a fuerza de conocer otras sociedades y costumbres había aprendido a apreciar lo bueno que aquí tenemos, comprendiendo que los defectos que nosotros padecemos, son mucho más pequeños que los que hay
en otras partes...
Después de sus viajes, ocupó el doctor Wilde, como es sabido, el cargo de Ministro Plenipotenciario. De todos es conocida la actuación que tiene universalmente en la diplomacia una mujer culta y sabemos cuan importante fué la de la señora Wilde junto a su esposo. En Méjico, en la época histórica de Porfirio Díaz, nuestra representante femenina fué la amiga intima de Carmelita, la mujer del presidente mejicano, dama que fué siempre un ejemplo de discreción y talento en la historia de su tierra.
En Holanda y Bélgica, la actuación de la señora de Wilde fué brillante, y en España es tan reciente y conocida, que no creemos que necesite comentarios. Ella fué la inspiradora del viaje de la Infanta Isabel a la República Argentina, y en su casa hizo por primera vez el rey Alfonso XIII, la promesa de convertir en embajada la legación de España en nuestra tierra.
La organización de sus obras benéficas es digna de ejemplo: recibe a diario pedidos innumerables que son anotados en un registro, teniendo dos personas dedicadas exclusivamente a comprobar las necesidades de les postulantes para socorrerlos según la importancia de los casos. Educa a su costa innumerables pensionistas, tanto en Buenos Aires como en las provincias, y respetando la voluntad de su esposo, familias enteras a quienes el doctor Wilde socorría y a quienes no ha conocido jamás la caritativa dama, siguen recibiendo la cantidad asignada.
Los antecedentes que dejo enumerados, hacen que la señora de Wilde sea una fuerza social de gran importancia, y su reciente nombramiento de presidenta del comité de señoras de la "Cruz Roja Argentina", es la demostración del prestigio de que goza la distinguida dama en su país. Nadie como ella podrá dar impulso a esta obra grandiosa que desde que comenzó la guerra europea había quedado relegada a segundo término por las asociaciones similares de otros países que encontraron en esta tierra generosa ayuda y apoyo, aun contra el artículo de los estatutos de nuestra Cruz Roja que prohibe que exista en el país otra asociación con el mismo nombre y fines, dedicada a allegar recursos para el alivio le los extranjeros... Pasada la terrible contienda, resurge nuestra Cruz Roja en manos de la señora de Wilde, que en el término de un mes, ha hecho más en pro de la asociación que lo que podía esperarse de meses de trabajo...
Ha agrupado la distinguida dama en la comisión que la acompaña, los más prestigiosos nombres argentinos, y en adelante su salón, como los de ciertas personalidades femeninas europeas, será centro de intelectualidad y cultura como lo es ya de sociabilidad.
Source: Plus Ultra, No.39, Buenos Aires, Jul 1919
[15603]
Julio Argentino Roca, dos veces presidente de la Nación, fue padrino de la boda de Guillermina de Oliveira Cézar y testigos fueron Bernardo de Irigoyen, Carlos Pellegrini y Victorino de la Plaza (estos dos últimos también fueron presidentes de la Nación Argentina.
Source: Marcelo Gershani Oviedo, Catamarca, Argentina, quoting the book "Soy Roca", by Félix Luna.
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Roca fue protagonista de uno de los entreveros amorosos más resonantes de la sociedad porteña de aquellos tiempos. La dama en cuestión se llamaba Guillermina de Oliveira Cézar . Tenía apenas 15 años en 1885, cuando se casó con el entonces ministro de Justicia Eduardo Wilde, un respetado médico e intelectual, viudo, de 41 años, quien trataba a la joven como una especie de objeto de adoración. "Contaban los amigos -relata Félix Luna- que Wilde tenía una extraña costumbre: mostrar a su mujer durmiendo. Tan bella le parecía, que a veces invitaba a sus contertulios a suspender las tenidas nocturnas de cigarro y baraja para subir a contemplar el sueño de su esposa" . Nunca tuvieron hijos y hasta 1893 la pareja viajó bastante y la relación entre Roca -que había sido padrino de la boda- y Guillermina casi no existió. Pero ese año sería determinante en el devenir de los acontecimientos. La menuda adolescente que el general había conocido se había convertido en una mujer muy sensual que no pasó inadvertida para este empedernido cazador de corazones. "Espléndida hembra que sabía sacar partido de su hermosura. No era solamente bella: era atrevida e independiente en sus juicios. En fin, atractiva hasta lo irresistible" , según se refiere en “Soy Roca”. El general contaba ya con 50 inviernos y estaba viudo; ella había llegado a los 25. Fue una atracción fatal que explotó con el vértigo propio de un hombre decidido y una mujer ardiente que no ponía límites. En 1898, cuando juró por segunda vez como primer mandatario, el romance con la esposa de su mejor amigo era conocido por todo Buenos Aires. Y fogoneado por algunas publicaciones de aquellos tiempos, como "Caras y caretas", que satirizaban hasta extremos hirientes la figura de Wilde, el tercero en discordia. El regimiento de Coraceros, que por entonces estaba a cargo de la escolta presidencial y era conducido por un hermano de Guillermina, fue bautizado "los guillerminos" , en clara alusión al penetrante poder que estaba ejerciendo la infiel. Acechado por los comentarios, por las ironías de la prensa y hasta por la irritante tolerancia del marido engañado, quien a pesar de los rumores no dejó de ser su amigo y colaborador, pues se desempeñaba como director del Departamento Nacional de Higiene, "El Zorro" comenzó a percibir que la situación comenzaba a perjudicarlo. "Estaba afectando mi autoridad, así como dañaba la reputación de Guillermina y el prestigio de Wilde" , dice Luna en "Soy Roca". Para apaciguar el clima y darle una salida elegante al caso, el presidente le confió a su ministro una misión diplomática en Washington, hacia donde partió acompañado por su mujer. Pasaron un año allí hasta que les adjudicaron nuevo lugar en Bruselas, la capital de Bélgica.
Source: Hechos y Personajes de Buenos Aires